Muchos de estos proyectos han sido nuevamente bombardeados y dañados durante los recientes combates. Dos escuelas que estábamos renovando en Volnovaja, en la zona de Donetsk, fueron arrasadas. Más de un centenar de nuestros proyectos han sido dañados en las zonas que están bajo el control de las fuerzas rusas. Habíamos reconstruido 17 edificios (hospitales, guarderías, escuelas) en Mariúpol, ciudad que ha sido destruida prácticamente por completo.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, en febrero, habíamos aprobado un préstamo para la recuperación por valor de 340 millones de euros y recibido aproximadamente 900 nuevas propuestas de proyectos. Muchos de los proyectos estaban relacionados con la rehabilitación, pero la reconstrucción va a ser la nueva necesidad. En muchas escuelas, hospitales, casas consistoriales, bibliotecas, sistemas de calefacción y plantas de tratamiento de aguas tendremos que empezar de cero.
Marcados por la destrucción
Durante el tiempo que he vivido y trabajado en el país, he observado grandes cambios en la actitud de la gente, sobre todo en el este. El Banco Europeo de Inversiones se ganó la confianza de los alcaldes y gobernadores locales, ya que vieron que una vez que firmamos un proyecto, empezamos pronto y lo terminamos.
Cuando comenzamos a trabajar en el este del país en 2015, hasta el 70 % de las personas de algunas de las zonas eran probablemente prorrusas y tenían sentimientos negativos respecto a Ucrania y la Unión Europea. El apoyo a Rusia se ha reducido a aproximadamente el 30 % en los últimos años. La población pudo ver claramente que Rusia no estaba invirtiendo demasiado en las zonas ocupadas. En la actualidad el apoyo a Rusia continúa descendiendo en estas comunidades. La gente está harta de la destrucción y la pérdida de vidas provocadas por el actual conflicto.
La percepción que tienen de nosotros es más importante que nuestro trabajo —lo que piensa la población local de Europa y de la asistencia que prestamos—. Esto es lo que ha cambiado drásticamente y lo que perdurará una vez termine este conflicto. Siempre podemos reconstruir, pero hacer que la población local nos apoye y entienda requiere mucho tiempo. Lo hemos logrado y estamos dispuestos a seguir avanzando en este sentido en todo momento.