Los europeos quieren modelar de forma activa su propio futuro como socios igualitarios.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Comité de las Regiones (CDR) se proponen presentar una oferta complementaria que inspire y equipe a las regiones para ayudar a que todos los ciudadanos europeos avancen juntos. El BEI y el CDR reconocen que las inversiones orientadas a la cohesión constituyen un catalizador para el crecimiento sostenible. Estas son esenciales para la visión colectiva de la vida social y la confianza mutua sobre las que construiremos el futuro de Europa.

Desde 1958, el BEI ha prestado apoyo a proyectos en las regiones menos desarrolladas y, entre 2007 y 2016, solo las financiaciones del Banco en apoyo de los objetivos de cohesión se elevaron a 200 000 millones de EUR dentro de la UE. Nuestra misión sigue siendo lograr una cohesión económica, social y territorial en el conjunto de Europa. Una parte importante de este proceso es conceder préstamos flexibles a las regiones, conseguir que la financiación se haga a nivel local, ahí donde las necesidades de los ciudadanos se captan mejor.

Esta descentralización abre una vía hacia una Europa en la que todo ciudadano, resida donde resida, se sienta el centro de nuestro continente.

Los europeos quieren modelar de forma activa su propio futuro como socios igualitarios.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Comité de las Regiones (CDR) se proponen presentar una oferta complementaria que inspire y equipe a las regiones para ayudar a que todos los ciudadanos europeos avancen juntos. El BEI y el CDR reconocen que las inversiones orientadas a la cohesión constituyen un catalizador para el crecimiento sostenible. Estas son esenciales para la visión colectiva de la vida social y la confianza mutua sobre las que construiremos el futuro de Europa.

Desde 1958, el BEI ha prestado apoyo a proyectos en las regiones menos desarrolladas y, entre 2007 y 2016, solo las financiaciones del Banco en apoyo de los objetivos de cohesión se elevaron a 200 000 millones de EUR dentro de la UE. Nuestra misión sigue siendo lograr una cohesión económica, social y territorial en el conjunto de Europa. Una parte importante de este proceso es conceder préstamos flexibles a las regiones, conseguir que la financiación se haga a nivel local, ahí donde las necesidades de los ciudadanos se captan mejor.

Esta descentralización abre una vía hacia una Europa en la que todo ciudadano, resida donde resida, se sienta el centro de nuestro continente.